Obispo

Es el primer responsable de la pastoral catequética de la Diócesis, atiende esta función por sí mismo y por medio de un Organismo. A través de las estructuras catequísticas, el Obispo: promueve, dirige y coordina el proceso catequístico diocesano.

Equipo central

Es el organismo oficial del Obispo, a través del cual promueve, coordina y orienta la pastoral catequística en toda la Diócesis; está llamado a conocer la realidad diocesana y su Plan Pastoral, así como las directrices emanadas de la Dimensión Nacional de Catequesis, para acompañar el proceso de crecimiento en la fe de los cristianos de todas las edades y condiciones. Es una estructura que forma parte de la Comisión Profética y está organizada de manera que abarque los niveles: diocesano, decanal y parroquial.

Equipo diocesano

Está integrado por el equipo central, los sacerdotes asesores y catequistas coordinadores de los 17 decanatos que conforman las 6 zonas pastorales. Realiza su ser y quehacer promoviendo, coordinando y proyectando las tareas de la catequesis desde la Diócesis hacia los decanatos.

Funciones:

Impulsar un proceso permanente de educación en la fe, que llegue a todas las edades, aprovechando la complementariedad y la riqueza de oportunidades que ofrecen las diferentes instancias y ámbitos de la catequesis.

Evaluar permanentemente el proceso de la catequesis diocesana.

Estar en coordinación con los sacerdotes asesores de la catequesis y apoyar su trabajo.

Impulsar, orientar y apoyar en los Decanatos los proyectos catequísticos diocesanos.

Equipo decanal

Es el organismo encargado de coordinar, adecuar y promover los proyectos catequísticos diocesanos en las parroquias del decanato, en estrecha coordinación con los lineamientos y disposiciones de la Dimensión Diocesana. Se sugiere que esté integrado de la siguiente manera: un presbítero, nombrado por los sacerdotes como asesor de la catequesis del decanato, un catequista coordinador elegido por los párrocos y aprobado por el asesor, los catequistas coordinadores de las parroquias que conforman el decanato.

Funciones:

Adecuar y poner en marcha en el decanato, las orientaciones emanadas de la Dimensión Diocesana de Catequesis. Para ello elaborará y ejecutará su plan anual.

Colaborar solidariamente en la pronta solución de los problemas catequísticos que se presenten, en comunión con el asesor y el decano.

Facilitar la comunicación entre la Dimensión Diocesana, el decanato y las parroquias.

Fomentar la comunión y la participación de los catequistas, promoviendo actividades que favorezcan su integración decanal y en las parroquias.

Propiciar la creación de un equipo de formación para los catequistas y, si las condiciones lo permiten, un centro de formación decanal, buscando diferentes modalidades según su realidad.

Propiciar la interrelación entre coordinadores y formadores del decanato.

Coordinar las acciones catequísticas decanales con otras tareas pastorales.

Estimular y facilitar las acciones del equipo de formación del decanato.

Impulsar el proyecto diocesano de formación específica para catequistas en todas las parroquias.

Equipo parroquial

"Siguiendo el ejemplo de la primera comunidad cristiana, la comunidad parroquial se reúne para compartir el pan de la Palabra y de la Eucaristía y perseverar en la catequesis, en la vida sacramental y la práctica de la caridad..." (DA 175).

Está integrado por el párroco, el coordinador parroquial de catequesis, los coordinadores de catequesis prematrimonial, prebautismal, de adultos, jóvenes y adolescentes y los coordinadores de los centros de catequesis infantil, incluyendo los colegios o institutos.

Funciones:

Impulsar la formación, integración y mística de los catequistas.

Mantener la comunicación y coordinación con el párroco.

Propiciar por todos los medios, la integración de los catequistas en su propio grupo, y su inserción comunitaria, teniendo conciencia de que no se trata de un grupo más, sino del organismo parroquial que debe realizar en ese ámbito una acción pastoral prioritaria.

Procurar que todos los catequistas, tanto del centro de la parroquia como de las rectorías o capellanías, tengan su propio catequista coordinador, debidamente formado para ejercer dicha función.

Reunir periódicamente a los catequistas coordinadores, y a través de ellos fortalecer la unidad de las orientaciones y de la organización catequística de la parroquia.

Cuidar para que se realice en toda la parroquia una catequesis como proceso permanente, que atienda progresivamente todas las edades y condiciones de los destinatarios.

Garantizar la formación adecuada, de todos los catequistas, de acuerdo con el plan de trabajo del equipo de formación y las necesidades de la parroquia.

Procurar que todos los catequistas tengan los recursos necesarios para la catequesis y los lugares adecuados, contando con el apoyo del párroco y un fondo económico que administre un tesorero del mismo equipo o el consejo de economía parroquial.

Llevar una base de datos de los catequistas: de su formación, las fechas significativas, datos estadísticos relativos de la catequesis, etc.

Llevar una base de datos con el proceso de catequesis de los interlocutores.